Protocolo de Myst

Diario de la

Era del Bosque de Canales

Leo'Ri

Protocolo de la Expedición a Myst

Diario de la Era del Bosque de Canales
  

- - He llamado esta Era “Bosque de Canales”, porque se trata de un Mundo completamente diferente.

  Pese a que se corresponde exactamente con mis ideas, sigue siendo una experiencia inigualable el verlo con mis propios ojos. Esta Era está cubierta de agua hasta donde alcanza la vista. La única excepción es una pequeña isla rocosa. Aparte de esto, sólo veo árboles, que se levantan directamente desde el agua. Innumerables senderos de madera se encuentran apenas sobre la superficie del agua, y se pierden en el bosque. Supongo que fueron construídos hace tiempo. Al menos, eso aparentan. Quisiera saber más sobre esta tierra y sus habitantes, pero llegué tarde y ahora tengo que descansar.

  - - A la mañana me despertaron sonidos extraños, que venían del sendero vecino al que me había servido para dormir. Ví un grupo de personas parecidas a monos, que se movían en mi dirección. Aún no me habían visto. No me sentí amenazado por su presencia. Pero no estuve preparado para su reacción. Me miraron un rato largo, y luego cayeron de rodillas y comenzaron con una especie de adoración. Traté de hablar con ellos, pero no entendían mi idioma. Sin embargo, por medio de estusiasmados gestos me dieron a entender que les siguiera.
  Mientras caminábamos, me dí cuenta que el agua debajo nuestro cambiaba de color. Poco a poco se transformó de un intenso azul en anaranjado. Luego se volvió completamente cristalina. El agua me fascinó de tal manera que apenas noté que estábamos delante de una escalera.
  La escalera nos condujo a su aldea, unos diez metros encima de la superficie del agua, accesible sólo por escalas de cuerdas, que cuelgan desde la mitad de la altura de los gigantescos árboles hasta los senderos. Es muy interesante ver cómo esta gente realiza sus quehaceres cotidianos. Incluso después de observarlos durante horas no pude darme cuenta de qué era lo que hacían.
  Al anochecer me indicaron de seguirles. Seguí a estos extraños seres hasta la entrada de una gran choza. Es extraño, pero parecía ser más grande de adentro que de afuera. Las paredes estaban recubiertas con un metal claro, y en el medio estaba sentado el mandatario de este pueblo.
  Al menos parecía tratarse de su mandatario, dado que estaba sentado sobre un trono, a un metro por encima del suelo. Vestido en exóticas y coloridas prendas, estaba rodeado de guardias.
  Al lado del mandatario estaba un anciano, que parecía humano hasta al menos un cierto grado. Su largo pelo, que sólo crecía en la cabeza y en la cara, era completamente gris, casi blanco, parecía tapar por completo el frágil cuerpo. El casi grotescamente delgado cuello apenas podía sostener la cabeza, y el anciano no podía levantar la cabeza para mirarme. Pero para mi sorpresa, el anciano hablaba mi idioma. Poco después me mostraron una cama, indicándome que duerma. Estoy impaciente por averiguar más.

  - - Tal como había supuesto, el anciano es un ser humano. Pero tiene más edad que lo imaginable, y parece no estar completamente en sus cabales. Sin embargo, los arborícolas lo veneran casi como a un dios. A mí me tratan ahora del mismo modo, y me siento un poco incómodo por eso.
  Es casi imposible de entender al anciano. Su voz es débil, pero sigue siendo fogosa. Ha asimilado muchos términos y conceptos de los arborícolas. A mí me ha contado que vuelve a hablar nuestro idioma por primera vez desde hace decenios.
  Ha tratado de relatarme la historia de este sitio. Ésta es la mejor traducción que puedo dar de su relato:

  - - Hace ya muchos años, humanos y arborícolas convivían pacíficamente en la entonces aún vasta isla. No tenían mucho en común, los humanos vivían en la tierra, y los arborícolas en lo alto de los árboles.
  De tanto en tanto, la vida en la isla era perturbada por un extraño retumbar (probablemente actividad tectónica ó volcánica). Los temblores, ocasionalmente leves, otras veces más fuertes, nunca duraban mucho. En cuanto acababan, volvía la normalidad a la vida de la isla.
  Cierto día sucedió algo inesperado. Los temblores se incrementaron en fuerza. La isla comenzó a hundirse en el mar. Mucha gente murió ese día, otros se inmolaron para impedir el hundimiennto de la isla. Los sobrevivientes se refugiaron en los árboles. Poco a poco, su raza se extinguió, probablemente porque no supieron adaptarse a las nuevas condiciones de vida, pero no estoy seguro.-

  Hasta aquí la historia del anciano, pese a que no entendí muchos detalles.
Sobre todo no entiendo cómo lograron evitar que la isla se hundiera por completo. Tengo mis dudas respecto esta parte de la historia: Las personas no pudieron evitar el hundimiento de la isla por medio de sus sacrificios. Pero el anciano cree la historia, como si él mismo hubiera participado de ella. Los arborícolas lo veneran, y asimismo a todo humano, como si fueran héroes o dioses. El anciano finalizó nuestra conversación con un acontecimiento que jamás olvidaré. Cogió fuertemente mis manos y murmuró algo de "descansar" y "dormir". Luego dijo: »Te habíamos esperado mucho antes.«

  Su comportamiento me llenó de un inminente temor. Trabajosamente, el anciano se levantó. Traté de ayudarle, pero me rechazó con una fuerza que no habría esperado de ese cuerpo enjunto. Los arborícolas se reunieron en torno a él, con caras ceremoniosas, para arrodillarse delante de él. Fué de uno al otro, poniéndoles sus manos sobre las cabezas.
  Mientras tanto, murmuraba palabras que no comprendí. Finalmente se volvió hacia mí, sonriéndome. A continuación cerró los ojos, se dirigió afuera y dio un paso por sobre el borde del angosto camino en lo alto de los árboles. Los arborícolas, en completo silencio, bajaron como en procesión por las escalas próximas. Al llegar yo abajo, vi como algunos levantaban el cuerpo del anciano, que se había estrellado sobre el sendero de abajo, y lo llevaron al extremo de un sendero sin salida, donde depositaron el cuerpo sobre una estructura parecida a un muelle. Por medio de un líquido prendieron fuego al muelle, y ví como las llamas envolvían su cuerpo. Durante esta extraña ceremonia de sepelio el color del agua alrededor del muelle se volvió de un oscuro verde.

  - - A la mañana siguiente, los sucesos de la noche anterior me parecieron ser un sueño. El agua aún tenía ese color verde oscuro. Por algún motivo no vuelve a tomar su color anterior. Cuando camino por los senderos, las arborícolas me observan, y esperan mi próxima acción. Constantemente me ofrecen extraños objetos, para demostrarme su simpatía. Hasta he encontrado comida ante la puerta de mi dormitorio. Son una raza única. Quisiera aprender cuanto antes su idioma, para poder saber más sobre ellos.

  - - Ahora vivo desde hace tres meses en este mundo, con sólo cortas interrupciones, y los arborícolas son sumamente hospitalarios hacia mí. Ya comienzo a aprender su idioma. He decidido volver a casa, para estar con mi amada esposa Caterine y con mis hijos. Espero poder volver más tarde con ellos aquí. Sin embargo, estoy seguro de que Caterine otra vez no querrá venir conmigo. Esta Era sería una grandiosa experiencia para mi familia. Estoy curioso por ver la reacción de Sirrus y Achenar al ver estos extraños habitantes.

  - - Como me lo esperaba, Caterine se quedó en casa. Mis hijos me acompañaron y disfrutan de esta Era. Hacen buenas migas con los arborícolas, y aprenden su lenguaje sorprendentemente rápido. Seguro que pronto podrán conversar con ellos mucho mejor que yo.

- - Mañana salgo para visitar la Era Osmótica. Sirrus me pidió permiso para que él y su hermano pudieran quedarse. La idea me preocupa algo, pero sé que los niños se vuelven adultos. La hospitalidad de los arborícolas es tan grande, que no sabría un lugar mejor para dejarlos solos por tan corto tiempo. Voy a permitirles que se queden. He advertido a mis hijos que no aprovechen el respeto de los arborícolas para alguna travesura. Parecen haber entendido mi advertencia, y creo que se atendrán a ella.

- - Pasando por la Era Selenítica, me he enterado, para mi consternación, de que Pran y su pueblo siguen siendo acosados por los Chólticos. Temo por su seguridad, y volveré allí en cuanto haya visto a Sirrus y Achenar (en mi Diario de la Era Selenita hay más informaciones sobre esa Era). He observado a Sirrus y Achenar. Se las arreglan muy bien, y podré dejarlos por más tiempo en el Bosque de Canales.

- - Los arborícolas parecen algo preocupados por mi partida, pero están felices porque Sirrus y Achenar aún se quedan.

- - Desde hace más de tres días estoy viajando, y he visitado muchos lugares. Hoy tuve que contar a Sirrus y Achenar de la muerte de Pran, lo cual los dejó visiblemente conmovidos, pese a que la recordaban sólo de sus días de infancia. Caterine ha propuesto que Sirrus y Achenar dejen el Bosque de Canales durante un tiempo, y yo asentí. Volverán la próxima vez conmigo.

- - Les dije a mis hijos que volverán en dos días conmigo. Durante toda la noche me contaron de una notable aventura que vivieron durante mi ausencia. Parece ser que junto con los arborícolas construyeron un bote, y exploraron el mar alrededor de la isla. Me gusta oír cómo gozan contando sus aventuras. Me recuerdan las aventuras de mi infancia.

- - Comienzo a entender porqué los arborícolas insistieron en que escriba con una tinta que me dieron. Ahora veo que mis anotaciones no aparecen escritas con tinta negra, sino en diferentes colores. He mostrado un Diario así multicolor a unos arborícolas, y estallaron en carcajadas. No sabía que tenían tal sentido del humor. Aún ahora tengo que reír al hojear las páginas de este multicolor Diario.

- - Volveremos mañana, de modo que mis hijos pasarán su última noche con los arborícolas. Les gustaría volver a viajar al Bosque de Canales, y me preguntaron si les permitiría visitar por cuenta propia otras Eras. Tendré que sopesar ese pedido, pero me han demostrado que son dignos de mi confianza, y que saben actuar con responsabilidad. Voy a pedir consejo a Caterine, si he de permitirles que viajen solos. Pero ahora es el momento de despedirse de estos seres, dado que no sé cuándo podré volver a esta Era.-

 

 

 

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