Experimento Creativo Mystico, Una propuesta para ilustrar con palabras [ Outline ] · Standard · Linear+

[cosmodelia]

Estábamos pensando en ilustrar con una historia basada en MYST las imágenes de la Era Tokotah, cuando hemos pensado que quizás también os gustaría participar en el experimento.

Es muy sencillo: en esFanart teneis las imágenes, se trata de ver qué historia nos inspira a cada uno/a.

No habría que hacerlo con prisas, forzados, sino revivir lo que ya conocemos de los Dni, entrar en el mundo que sugieren las imágenes y desde ahí soltar la pluma...

Cuando alguien acabe su historia se la podría enviar al Ingeniero Coolwind para que todos la podamos leer...y si hay ganas, continuar la historia iniciada por otro...

¿Os parece que puede ser interesante?

Si teneis alguna idea que implemente el experimento pues irlas dejando aquí---

[Leo'Ri]

Tiempo ha, parece que hubiera sido en otra Era, comencé a escribir una serie de libros de Ciencia-Ficción, que denominé como el PROYECTO "C". En su momento, con 3 libros completos y otros dos a medio escribir, no encontré un editor capaz de reconocer la excelsa calidad de mis efluvios literarios.

Bueno, no cabe duda que hay algún que otro autor mejor (conozco apenas unas cuantas docenas), pero tampoco cabe duda de que algún que otro episodio es decididamente bueno. Uno de los mejorcitos, pensado como historia corta, originó todo un libro, probablemente el mejor de los tres terminados. No es mucho más que un párrafo, que ahora forma parte del 6° de 17 capítulos. Vemos que no sólo fué seguida la trama, sino que crió toda una historia previa.
¿A ver si inspira a alguien? Y aquí va la esencia de ese párrafo:



Celia y Colin estrenaban su nuevo coche, un dechado de belleza en color naranja metalizado, un nuevo modelo cuyas líneas tentaban a cualquier policía a multarlo por exceso de velocidad aún en pleno aparcamiento.
Gozando de las nuevas maravillas técnicas, y alternándose en la conducción de su sueño rodante, se internaron en carreteras desconocidas, pero el navegador electrónico, gracias a su conexión por satélite, siempre indicaba donde estaban.
Antes de que se dieran cuenta, cayó la noche. Desde luego, eso no era problema alguno para el navegador, pero el problema estaba en ver y reconocer las intersecciones indicadas.
Dió la casualidad que Celia estaba conduciendo, cuando el motor se declaró en rotunda huelga, y en un paraje obviamente muy deshabitado. El sistema diagnosticador decía que todo estaba bien, pero el motor igual se negó a arrancar.

»No pasa nada«, dijo Colin. »Llamaremos una grúa.«
Pero el móvil aseguró que en este paraje no había suficiente cobertura.
»Mira, allá me parece ver una casa«, indicó Celia. »Al menos, hay una ventana con luz, ¿quizás hay alguien y también un teléfono?«
»Sí, así parece«, confirmó Colin. »Voy a ir allí, no es lejos, y como ahora incluso hay luz de luna, no tardaré en volver.«

Celia vió como Colin siguió el camino hasta esa casa. Poco después de que la silueta de Colin se perdiera en la oscuridad delante de la casa, se iluminó la abertura de una puerta, y Celia vió que Colin parecía explicar su problema a una persona aún en el interior de la casa.
Al cabo de un rato, la puerta volvió a cerrarse, y Celia no tardó en distinguir a Colin. Cuando éste alcanzó el coche, abrió la puerta y se sentó, sin decir una palabra. Estaba pálido, parecía exhausto.
»Ea, Colin, ¿que te pasa?« inquirió Celia. »¿Vendrá alguien?«
»¿Eh? Ah, sí ... Jock me aseguró que ... iba a llamar una grúa ... ó algo así ... dijo que no estaba lejos ... que no tardaría en venir ...«
Efectivamente, en ese mismo momento ya se veía la luz amarilla de la grúa, que no tardó en alcanzar el coche varado.
»¿Que le pasa a la hermosura?« preguntó el mecánico.
»Que se paró el motor y no vuelve a arrancar«, explicó Celia. »Y el diagnóstico dice que no pasa nada ...«
»Bueno, veamos, ábrame el capó.«
Apenas había echado un vistazo a la maravilla mecánica, ahora bien iluminada con su linterna, el mecánico constató:
»¿Sabe? En la fábrica aún no se dieron cuenta que esta forma de disponer los cables de encendido puede llevar a que el general se puede soltar, porque queda un pelín corto. Pero no se preocupe, ya se lo arreglo, y de forma que no vuelva a pasar. iY ya está!«

Efectivamente, el motor no tuvo reparos en arrancar de inmediato. Celia pagó lo pedido por esa asistencia, y agregó una generosa propina, que el mecánico aceptó de buenas ganas.
»¿Sabe? No es mal coche, pero en los modelos nuevos, esos señores suelen olvidar algún que otro detalle ...«

A todo ésto, Colin no había dicho una palabra, y seguía en su asiento, pálido, inmóvil y silencioso.

Siguendo las indicaciones del mecánico, Celia retomó la carretera, y, gracias al navegador, no tardó en llegar a casa.
No cabía duda que la aventura había dejado una secuela de cansancio, que en Colin ya se parecía más a un estado de coma.

Al día siguente, ya con nuevos ánimos, Celia preguntó a Colin respecto de su extraño comportamiento:
»¿Pero qué te pasó en esa casa? ¿Quién es ese tal Jock?Desde que volviste, no has dicho una palabra.«

»¿Jock? Ah, sí ... Jock ... Jock llamó la grúa... es el sereno, o encargado ... no sé de lo qué ... pero es increíble ... ¿Has visto esa casa? Pues en realidad, apenas es una choza ... de afuera no parece que tuviera más de unos veinte metros cuadrados ... hasta los refugios de montaña suelen ser más grandes ... pero adentro es enorme ... parece una sala de facturación de un aeropuerto ... había, bueno, no sé ... entre diez y veinte puestos de facturación ... ya sabes ... cada uno con su balanza ... pero de cada uno salía un pasillo ... con barandillas a ambos lados ... pero esos pasillos se veían borrosos ... como una foto mal enfocada ... y parecían dirigirse a direcciones distintas ... algunos hacia arriba, otros abajo ... no sé ... no lo pude ver bien ... pero era una sala inmensa ... la línea de facturación debía tener como cien metros de largo ... y al fondo de los pasillos, parecía como si hubiera niebla ... y tinieblas, pero igual había algo de luz ... no sé como decirte ... era todo muy raro ... Y Jock sólo fué a un teléfono ... muy normal ... ya sabes ... de ésos públicos, con una concha de plástico ... y dijo que la grúa vendría enseguida ...


Desde luego, ni los nombres, ni la avería del coche son importantes; sólo que de alguna manera u otra hay que llevar al menos dos personas cerca de esa pequeña, miserable choza ... y a ver esa extraña, enorme sala de facturación ...