Protocolo de Riven

ULTIMA

Leo'Ri

Las Islas

ULTIMA (El Desenlace)

  Estamos en PRIMA junto a la rotosfera, llamamos al montacargas, subimos a la Gran Cúpula, pasamos por la Sala Circular, nos precipitamos por la escalera a la planicie de la Fisura, con su enorme daga del modelo "rebelde".

  De prisa al periscopio, pulsar los botones para abrir la tapa, quitamos el seguro, bajamos la palanca de mando, apretamos varias veces el botón que mueve el aparato, y echamos un último vistazo por el periscopio y la aún intacta ventana:

Oooooh, que hermoooooso...

  Y con una última pulsación del botón iniciamos un pequeño cataclismo local al hacer chocar el periscopio contra el cristal de la ventana. 

  Drama: el cristal se hace trizas, se oyen truenos, se desata una tormenta. Vapor ó aire comprimido salen de las mangueras rotas, el periscopio y las grandes placas que tapan la Fisura desaparecen en ésta. El cielo se oscurece, la gran daga se desploma en las profundidades.

  Atrus aparece en la casilla de llegada, mira en derredor, viene corriendo hacia nosotros.

  »¡No tenemos mucho tiempo! ¿Dónde está Catherine? ¿Dónde está el Libro?« (cielos, no se puede contestar tantas preguntas al mismo tiempo) »Ah, ya comprendo ...«

   El pobre pone cara de decepción, pero antes de que pudiéramos tranquilizarlo y explicarle al menos someramente lo hecho, sucedido y logrado, aparece Catherine, gritando —

»¡ Atrus !«

»¡ Catherine !«

  Nadie tiene tiempo, pero ellos sí lo tienen para un besuqueo tan extenso como comprensible, pero que bien podría dejarse para una ocasión un poco menos apremiante.

  No les importa en absoluto el pandemonio desatado, los truenos, las explosiones, el vendaval, el cielo negro, todo lo que la Fisura se llevó, y que nosotros estamos allí, al borde de un inconmensurable abismo, que tenemos vértigo, mareo y náuseas, al ver que la Fisura se abre más y más.

 

  Catherine se acerca, Atrus la sigue.

  »Los aldeanos están a salvo en el mundo de los rebeldes. ¡No sé cómo agradeceros!« sonríe Catherine.

  »Yo también os doy las gracias «, agrega Atrus. »Habéis logrado más de lo que me atrevía a esperar. Me habéis devuelto mi vida. Ahora, el camino de vuelta está libre para todos nosotros.«

  Atrus ofrece a Catherine el Libro abierto, ella pone su delicada manita sobre la imagen, y desaparece.

  Súbitamente, Atrus recuerda que aún estamos allí, sin saber qué hacer, y nos dice — no, ninguna dirección donde pudiéramos mandar la factura de honorarios por nuestros denodados, heroicos, desinteresados y tremendamente exitosos esfuerzos, por las constantes agudísimas deducciones y las muchas aplicaciones de matemáticas, física y demás ciencias que hemos utilizado para resolver los problemas de otra gente (porque, en realidad, antes de embarcarnos en esta aventura, no teníamos absolutamente ningún problema), ni hablar del tiempo invertido y de la ropa arruinada de tanto cuerpo a tierra y pulir el interior de tubos que conducen a quien sabe dónde.

  »Aquí se separan nuestros caminos. Quizás volvamos a vernos algún día. Sabéis dónde encontrarme«, (¡NO ES CIERTO, no tenemos ni la más mínima idea!) »Adiós, mis amigos.«

  Atrus pone su mano sobre la imagen del Libro, desaparece, el Libro cae en el vacío cósmico, y nosotros también.

  En realidad, Atrus podría habernos invitado a una celebración de esta grandiosa victoria, a D'ni, o a Tay, o a cualquier cantina adecuada (no somos exigentes), y ni hablar de la promesa que nos hizo en D'ni, de "llevarnos de vuelta a lugar del cual venimos".

  A decir verdad, eso de caer en una Fisura de estrellas es algo realmente bonito. Unas vistas panorámicas impresionantes, pero, a la larga, quizás un poco monótono.

  »Ahora compendo... comienzo y final están unidos en una Fisura de Tiempo y Estrellas, que es al mismo tiempo un muro y un puente. Y a pesar de que no sé cómo, sé que la misma corriente de estrellas, que hizo caer mi Libro de Myst en tan buenas manos, servirá como segura guía en el camino a casa para mis amigos. La Era de Riven está cerrada para siempre, pero su pueblo está libre. Ahora puedo dormir tranquilo, en el saber de que en Libros-Nexo, en Eras y en la vida, el final no es predecible.«


OMEGA: Los Otros Desenlaces

NOTA de los expedicionarios: Este final es deshonroso; acontece si se es demasiado curioso y se deja de lado la única y sublime meta, es decir, la heroica y desinteresada liberación de Catherine, previa neutralización de Gehn y sus patrañas.

  Al final nos encontramos donde todo comenzó: en la planicie de PRIMA, donde está la casilla de llegada, al lado de la gran daga de los rebeldes.

  De prisa al periscopio, pulsar los botones para abrir la tapa, quitamos el seguro, bajamos la palanca de mando, apretamos varias veces el botón que mueve el aparato, y echamos un último vistazo por el periscopio y la aún intacta ventana:

Oooooh, que hermoooooso...

  Y con una última pulsación del botón iniciamos un pequeño cataclismo local al hacer chocar el periscopio contra el cristal de la ventana.

  Drama: el cristal se hace trizas, se oyen truenos, se desata una tormenta. Vapor ó aire comprimido sale de las mangueras rotas, el periscopio y las grandes placas que tapan la Fisura desaparecen en ésta. El cielo se oscurece, la gran daga se desploma en las profundidades.

  Atrus aparece en la casilla de llegada, mira en derredor, viene corriendo hacia nosotros.

  »¡No tenemos mucho tiempo! ¿Dónde está Catherine? ¿Dónde está el Libro?« (cielos, no se puede contestar tantas preguntas al mismo tiempo) »Ah, ya comprendo ...«

  Pero antes de que pudiéramos tranquilizarlo y explicarle al menos someramente lo hecho, sucedido y logrado, aparece Gehn y un guardia, ambos armados con arpones.

  Atrus se da vuelta:

  »¡Padre!«

  Gehn tiene el arpón cargado, desde luego. Dice en tono burlón:

  »Yo no soy tu padre«, y de un tiro abate a Atrus.

  »Tú nunca me entendiste, ¡eso fue tu problema! «dice Gehn cínica y póstumamente. Coge el Libro-Nexo que oportunamente y con otra intención trajo Atrus, y después se vuelve hacia nosotros.

  »No entiendo que idea los trajo aquí, pero ahora, por fin, ¡estoy libre!«

  Se da vuelta y se va.

  El guardia, para no ser menos que su jefe, y dejar las cosas como él las entiende, nos liquida con su arpón.

...y rivenín, rivenado, el juego está terminado.

El Libro-Prisión

  Curiosity kills the cat, y también a otros curiosos. El Libro-Prisión ofrece diversas posibilidades para meterse en líos perjudiciales para la salud...

En RIVEN:

  Podría ser que no resistimos a esa tentación de hacer lo que no debemos hacer con el Libro-Prisión, y eso es cliquearlo. ¿Y qué pasa entonces?

  Pues que se hace de noche. Luego, un riveniano mira a ver que cosa rara hay en el Libro (¡somos nosotros!), y, asustado, tapa la ventana del Libro con la mano, cosa que probablemente no debió hacer, porque a continuación vemos a Gehn, que tiene el Libro en manos. Probablemente, es ahora ese pobre rivenés el que está dentro del Libro.

  Estamos en un ambiente sobrio, instalado con poco gusto, con la excepción de un pequeño escritorio coronado por una cúpula. A través de grandes ventanas vemos una colorida puesta de sol con un paisaje dominado por grandes rocas cónicas.

  A ambos lados de Gehn se ven atriles con libros, similares a los de las rotosferas. Todo esto está ópticamente filtrado por barrotes, que conforman una jaula circular en el centro del ambiente, y nosotros dentro. Sin gastar tiempo en saludar, y prescindiendo de modales, dice:

  »Creo que no nos hemos encontrado anteriormente. Me llamo Gehn. Y si no me equivoco, Atrus les mandó para encerrarme. No sé cómo se les ocurrió encerrarse a sí mismos en este Libro, pero estoy decepcionado de que sean ustedes y no Atrus quien debe pagar el precio de esta tontería. Antes de mandarlos a otro mundo (¡lo dijo con minúsculas...!), quisiera expresar que deseo que Atrus se decidiera a asumir la responsabilidad de sus acciones. Quizás lo logre algún día. Ahora, tengan ustedes mi más sincero pésame.«

Y entonces nos mata con su arpón.  

...y rivenín, rivenado, el juego está terminado.

En TAY:

  ¿Y si cometemos esa barrabasada en TAY? ¿Qué pasa ahora? Pues que se hace de noche. Luego, dos Moitiés miran a ver que cosa rara hay en el Libro (¡somos nosotros!), y discuten qué hacer. Finalmente, se ponen de acuerdo y cierran el Libro. Oscuridad total y permanente.

...y rivenín, rivenado, el juego está terminado.

Si liberamos a Gehn:

  A través de la ventana del Libro-Prisión vemos a Gehn de uniforme, pero sin sus usuales guantes. Posiblemente se los haya quitado para tomar un trago, festejándonos. Sonríe burlón y dice:

  »No sé por qué me han liberado, pero deberían suponer que esto significa su fin. Lógicamente, no puedo arriesgarme a que cambien de opinión nuevamente. Pero quizás les sirva de consuelo es saber que con su autosacrificio se han asegurado un puesto de honor en la Historia. La cultura de los D'ni será resuscitada, y la vida de millones de personas será purificada, gracias a su ayuda. Que les vaya bien.«

...y rivenín, rivenado, el juego está terminado.

 

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